Ya era una hazaña, con uno menos lograr empatar y tuvo su sabor a Gloria a los 3 minutos del segundo tiempo, cuando Roberto Tucker se tomó revancha del penal que le cobraran en el primer tiempo, con un soberbio cabezazo venció al arquero que tuvo una salida en falso. A partir de ese instante Merlo fue un bloque le regaló mucho la pelota al equipo local si, pero no lo dejaba progresar en el campo y esa es una materia que Felipe De la Riva la sabe enseñar y muy bien a sus discípulos.
Fue alegría, fue emoción y ya para cualquier Charro jugar la final era más que suficiente, no llegaríamos al domingo estar en la cancha para ver si éramos terceros, y turfísticamente hablando caballo que llega …. Ganar quiere.
El sábado me compré varios diarios uruguayos y un orgullo enorme me invadió, todos se preguntaban quien era este equipo que vino como partenaire y se convirtió en protagonista.
El domingo, se sabía desde mucho antes que no importaba como saliera el equipo el viernes, venían dos combis y muchos autos particulares para estar en la última jornada del Torneo, y que mejor que ser testigos de la primera final del Deportivo Merlo en un Torneo Internacional y ante un Grande de Uruguay el famoso Bolso, Nacional de Montevideo.
Cerca del mediodía arribaron Los Charros que venían del Parque San Martín, nos juntamos en una parrillita y emprendimos tempranito el camino al Estadio. Estaban Pepe, el Alemán, Eric, Toty y tantos más compañeros de Tablón. Llegamos cuando hacía un momento había comenzado el partido por el tercer puesto entre Danubio y Tacuarembó, ni recuerdo como terminó ese partido.
Desde que el equipo de Merlo comenzó a hacer el calentamiento se empezó a alentar y fueron 2 horas casi sin parar que la cabecera donde estabamos era un Carnaval y no cesó un instante. El partido fue bastante tedioso y casi sin riesgo para los arcos. El campo de juego estaba muy blando, había llovido todo el sábado y hasta cerca del mediodía del domingo y se había jugado un partido previo. El campo aguantó, pero no lo suficiente como para que el balón circulara con cierta normalidad y así en una abulia en el campo de juego pero fiesta en la tribuna de Merlo se llegó a los penales.
Teníamos mucha fé para la serie, la cual aumentó cuando cuando convierte Vila y Sequeira para Merlo ya lo había convertido Lembo para Nacional y Pontiroli le contuvo magníficamente el remate a Lembo. Que decir, que el corazón se nos salía del pecho de la emoción. Luego convierte Quinteros para Merlo, Gogni para Nacional y luego Ceballos para Merlo nuevamente. Estaba 4 a 2 la serie y tenía que ejecutar su penal Urián arquero de Nacional y no hay palabras para describir lo que se sintió cuando el remate se fue afuera y la Copa Carlos Gardel las vitrinas del Deportivo Merlo.
Seguíamos todos agrrados al telón cuando el equipo campeón vino a ofrendar el trofeo adonde nosotros seguíamos el festejo alocado.
En mi regreso a Buenos Aires, venía muy contento por haberme atrevido a creer, estar y en ser testigo de toda la epopeya de este equipo en tierras uruguayas.
Así Deportivo Merlo, a fuerza de sacrificio, sigue escribiendo una de las páginas más ricas de su historia, con muchos logros importantes en estos últimos tiempos y con el sueño siempre latente de unos cuantos locos de ver al Depo en Primera A. ¿Por que no? Si hemos aprendido que soñar no cuesta nada y porque no, como rezaba un trapo en cancha de Arsenal allá por el 2003: Deportivo Merlo, Copa Libertadores 2012 !!!!!
Autor: Nestor
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